Poesía Binaria

Windows10 y los sistemas operativos modernos


Windows10 lleva casi un año entre nosotros y, sinceramente no lo he tocado hasta el viernes pasado, y tampoco tenía demasiado interés. Como muchos lectores sabrán no uso Windows como sistema operativo principal desde 2004, cuando dejé Windows2000 definitivamente.
Aunque más o menos, me vi obligado a utilizar WindowsXP en muchos ordenadores, incluso instalar máquinas virtuales de Windows para utilizar algún programa aislado, o revisar la configuración específica de algún software en particular sólo disponible en esa plataforma. Con Windows7 pasó algo parecido, y Windows8 no lo he tocado.

Pero hace poco me he comprado un portátil nuevo. Y, al tratarse de un ordenador devuelto en la tienda donde lo compré, le instalaron Windows10 para probarlo por completo y asegurarse de que todo funcionaba… pero se lo dejaron instalado, y decidí curioserarlo un poco.

El portátil es un Asus GL552VW-DM141. Vamos un procesador i7-6700HQ, 8GB de RAM, 1TB de disco duro y una gráfica dedicada GTX960M, no está mal para los cerca de 640€ que me ha costado (por ser procedente de una devolución, en Amazon por ejemplo a día de hoy está por cerca de 840€ con envío y todo) y bueno, con el dinero que me ahorro me compro un poco de RAM y un SSD.

Primera impresión

El caso es que, nada más arrancar (desde que pulsé el botón de arranque), fueron 1 minuto y 18 segundos de espera, hasta que pude tocar algo. Está bien que el logotipo de la marca del portátil se mezcle con el inicio del sistema operativo… te quitas por un lado aquellas letras feas clásicas de la BIOS (que a mí me gustan, vamos) que te decían la memoria, detectaban los dispositivos de almacenamiento y te decían las teclas que tenías que pulsar para ciertas tareas de configuración y mantenimiento (Configuración del sistema, elegir el volumen de arranque, arranque de red y alguna cosa más).

Por otro lado, aunque está bonito, la pantalla bota un poco (se vuelve un instante a negro), en varias ocasiones como si intentara cambiar de modo y no pudiera, hasta que por fin el logotipo de la marca se vuelve más pequeño (por fin, cambio de resolución, que para eso la pantalla es FullHD).

De todas formas, comprendo que es un primer arranque, pero me parece excesivo que un equipo tarde más de un minuto en arrancar (en 2016) aunque sea un HDD magnético, que puede tener más de 80Mb/s de transferencia.

Bienvenida de Windows10

Diseño minimalista y tipografías sencillas y legibles, se nota que hasta el tono del color de fondo está muy estudiado, aunque no se han currado nada más allá. Por ejemplo, para cambiar la zona horaria tuve que buscar «Madrid» y eso lo veo una pérdida de tiempo, he visto otros diálogos que pulsas la M varias veces y ahí lo tienes. Además, el desplazamiento en la lista no puede hacerse con los dos dedos, o desplazando en un lateral sobre el touchpad (cosa que parece ser que no funciona en ningún lado).

Vamos a conectarnos

Yo creo que Windows no ha destacado nunca por su facilidad para conectarse (si tu red tiene alguna restricción). Es decir, hay un diálogo, precioso, a pantalla completa, con las redes inalámbricas disponibles (diálogo en el que tampoco puedo desplazarme bien con el touchpad). Desde aquí puedo seleccionar una red y si tiene clave introducirla y conectarme. Hasta ahí es muy fácil, y si la conexión es directa y la IP se asigna automáticamente todo va bien. Pero en casa, no tengo DHCP, y mi máscara de red no es 255.255.255.0, así que no me pude conectar a Internet desde este diálogo. Muy sencillo, pero poco útil si te sales un poco de la norma. Más tarde sí que se puede conectar cuando termina la instalación, aunque me parece un esfuerzo inútil crear varios diálogos diferentes para lo mismo.
También me molestó que no pudiera utilizar el teclado retroiluminado en esta pantalla. Estoy prácticamente a oscuras, y no me he hecho aún a este teclado, por lo que quería ver las teclas y pensé que era un buen momento para probar esto, pero Microsoft no quiso. No creo que haya ningún problema de seguridad dejando activar esta característica en la pantalla de bienvenida, o tal vez Windows requiera un driver especial para esto. No lo sé, aunque el teclado retroiluminado no lo he podido utilizar en Windows (tras instalar Linux sí que he podido utilizarlo sin problema.)

Tipo de configuración

Omitido el paso de conexión, puedo elegir entre configuración rápida y personalizada (Qué recuerdos de los 90 y principios del 2000, pero me gusta esto de poder elegir cómo quiero hacer las cosas). La configuración rápida es muy: siguiente, siguiente, siguiente, y no tengo que hacer nada entre los pasos, lo cual considero un poco tonto. La personalizada me descubre que Windows10 envía todo lo que quiere a Microsoft:

Antes de continuar, voy a desactivar todo.

Segunda pantalla de opciones personalizadas

Ahora veo algunas opciones de conectividad:

Estas las dejo activas, de todas formas, sólo es un juego de una tarde.

Tercera pantalla de opciones personalizadas

Cada vez menos opciones por pantalla, pero con alguna cosa interesante: