Vivimos en una época de cambio. En la que muchas personas invierten dinero y tiempo en cursos para aprender a manejar diferentes programas.
Es cierto, hablando de las herramientas de Microsoft, que el Word o el Excel 95 no se parece en nada al Word o Excel 2007, lo cual provocaría que muchos de los que invirtieron dinero en cursos de la versión antigua, tengan que volver a invertir un dinero en la versión moderna. Recuerdo hace unos años que eran famosos los cursos de Wordperfect y Quattro pro y a día de hoy aunque esos desarrollos siguen vivos (con última versión en 2008) poca gente se acuerda de ellos.
Aunque pueda parecer muy tonto, podríamos pensar que la mayoría de la gente que hace un curso sobre un programa sabría manejar cualquier programa derivado; aunque la experiencia indica lo contrario. Al final, la mayoría de las personas que saben manejar un programa X, cuando se les cambia algo de sitio (cambio de versión, de programa, de SO siendo el mismo programa, en fin, cambios menores) dejan de saber manejar ese software.
A lo que voy es a eso, sé que en algunos sitios ya se aplica y no sugiero una migración total a sistemas libres (OpenOffice.org / LibreOffice aunque en mi opinión en algunos aspectos superan a MS Office, en otros aspectos no), pero en los mismos cursos en los que se enseña uno se podría dar la alternativa, las opciones generales en uno y en otro (o usando como ejemplo alguna otra suite ofimática con el objetivo de tener una información contrastada). La clave es tener unos conocimientos que sirvan el día de mañana, igual que al aprender informática general no podemos limitarnos a un Menu Inicio y una «e» para el navegador porque es importante conocer o al menos que nos suene la imagen reprensentativa de otros navegadores y de otros menúes de «inicio» (he visto a personas que al cambiarle «Inicio» por una K grande ya no saben dónde pulsar ni lo intentan).
Parte del problema es también la colaboración de MS en esos cursos, pero lo realmente grave son los lugares en los que no colabora dicha empresa y se hace publicidad de sus productos, ese es el comienzo de las verdaderas víctimas de la dependencia tecnológica, personas que directamente buscan cursos de estos programas y no de una suite ofimática inconscientes en principio de la droga de la que están siendo presos.